El Tribunal Superior de CABA ya recibió 1010 causas tras la firma del fallo Levinas. Nuevo edificio y más personal.
- Claudia Villar
- 1 jul
- 2 Min. de lectura

El fallo “Levinas”, firmado por los jueces de la Corte Suprema Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda -días antes de su retiro- y la disidencia de Carlos Rosenkrantz, marcó un antes y un después en la dinámica judicial de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión establece que el TSJ porteño será el encargado de revisar las apelaciones provenientes de la justicia nacional ordinaria en la ciudad, antes de que los casos lleguen al máximo tribunal del país.
Desde la implementación del fallo, el TSJ ya ha resuelto varias causas enviadas por la Corte Suprema, incluyendo el caso que dio origen al fallo “Levinas”. Este último involucró una disputa entre la familia del artista plástico León Ferrari y el periodista Gustavo Gabriel Levinas, quien fue condenado a pagar 88.000 dólares más intereses por incumplimientos en la rendición de cuentas relacionadas con la exhibición y venta de obras de arte.
La mayor parte de esos casos tienen naturaleza laboral -cálculos de intereses y conflictos relativos a indemnizaciones y ART-, aunque también ingresaron reclamos de derecho de familia, en su mayoría apelaciones de liquidaciones de obligaciones alimentarias.
Además de estos casos que ya envió la Corte nacional, a partir de ahora el TSJ recibirá todos los recursos de queja que interpongan los justiciables, ya que como expusimos en otros artículos las Cámaras civil, comercial, penal y laboral dictaron plenarios en donde rechazaron el tratamiento del recurso de inconstitucionalidad, por lo que solo les queda el camino de la queja (ver plenarios dictados acá).
Más personal, nuevos Secretarios y un nuevo edificio.
A partir de esta nueva realidad, por consenso de sus cinco integrantes, el TSJ creó las Secretarías Judiciales de Asuntos Civiles y Comerciales, y la de Asuntos Laborales, y nombró a los funcionarios a cargo. A su vez, el tribunal designó a los secretarios que ocuparán las vacantes en la Secretaría Judicial de Asuntos Originarios y de Relaciones de Consumo, y la de Asuntos Contencioso-Administrativos y Tributarios.
Además del refuerzo de personal, el TSJ está trabajando en la puesta en valor de un edificio histórico ubicado en Carlos Pellegrini 313, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. Este inmueble, que anteriormente albergaba al Ministerio de Salud de la Ciudad, fue diseñado por el arquitecto Mario Roberto Álvarez y cuenta con una superficie de 4.000 metros cuadrados distribuidos en planta baja y 11 pisos.
Este edificio se sumará a las oficinas actuales del tribunal en Cerrito 760 y será clave para albergar las nuevas secretarías y el personal adicional necesario para afrontar la creciente demanda.
El impacto del caso Levinas, que significa un avance en la autonomía de la Justicia de la ciudad, no sólo se refleja en el aumento de casos que llegan al TSJ, sino también en la relevancia de los expedientes que ahora deberá resolver.
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